INTENCIONES DE LUZ – Horizontes del Sur de Augusto Ballardo

Relaciones Sociales Entre Empleados 6 febrero, 2015 Categoría:

La obra de Augusto Ballardo emerge desde las posibilidades que la estructura del espacio le brinda, está determinada por el lugar donde será expuesta, siendo éste intervenido con tubos de luz e inducir automáticamente a la visualidad como producción de una zona geométrica abstracta que corta y cambia el ambiente mediante proyecciones lumínicas.

El diálogo de la imagen bifurca entre horizontes en común, en líneas de campo que viajaron a lo largo de los años hacia el sur de América Latina, equilibrando un recorrido arqueológico entre la imagen secuencial y fragmentada, dentro de su misma concepción como síntesis o vestigio de una cultura que circuló las fronteras con un mismo lenguaje abstracto. Es así como los intervalos del espacio en acción se desplazan en simetrías conformadas por horizontes de color, las que a su vez, dibujan espacialmente un fragmento de nuestra historia precolombina.

Las intervenciones transitan tanto en el interior como fuera de la sala, ampliando las fronteras de un lugar de exposición, y articulando la propia obra lumínica como vértice de encuentro de la imagen.

Augusto Ballardo

(Perú. 1986). Realizó estudios en la Facultad de Arte de la Pontificia Universidad Católica del Perú – PUCP, donde egresó especializándose en Grabado, obteniendo el Premio Winternitz con la distinción en la Especialidad de Pintura (2008) y en Grabado (2009). Previamente estudió Diseño Gráfico en la Universidad Nacional de Ingeniería – UNI e Historia del Arte en el Museo de Arte de Lima – MALI.

Presentó su primer proyecto individual, titulado “WHAT´S HAPPENING? – La representación de lo irrepresentable” en la Galería L´ Imaginaire de la Alianza Francesa de Lima (2012) y “PROFUNDIDAD” en P. E. 1 – Project Entrance One (2012).

Además ha participado en varias exposiciones colectivas tanto dentro como fuera del Perú. Recientemente realizó la Residencia en la Galería Marta Traba – Memorial de América Latina en torno a la 31° Bienal de Sao Paulo (Brasil, 2014).

Su propuesta está estrechamente relacionada con lo geométrico a partir de su indagación en el espacio como en los ámbitos de la arquitectura, arqueología, biología, entre otros. A su vez, forma parte y dirige el grupo de artistas jóvenes Vejiga de Pez desde el año 2011.

www.augustoballardo.com

Horizontes del Sur es la muestra que Augusto Ballardo realizó entre el 29 de enero y 6 de febrero de 2015 en la galería del colectivo Museo Internacional de Chile (MICH), conformada por instalaciones site specific donde el artista trabajó desde las posibilidades que el espacio le brindaba. Utilizando tubos fluorescentes de dos tonalidades y que en conjunto nos acercan al color arrebol del atardecer, nos invitó a recorrer su propuesta aproximándonos a estos Horizontes Intencionales.

Por Paula Bustos Flores

Desde 2011 que Augusto viene trabajando con instalaciones lumínicas las que irradian colores más allá de la intervención misma y tal como sucedió en la exhibición, emplazada en Providencia, prolonga la obra al espacio exterior ampliando su fulgor hacia todo el entorno de la galería. Esta cualidad expansiva es una propiedad que la luz posee y que en sí misma acompaña al artista para cumplir sus propósitos visuales, pasando desde las intenciones a larealidad de luz. 

Fue imposible pasar por alto lo purista del montaje que asistía desde lo técnico al concepto de obra. Cercana a una estética minimal pero con fuerte arraigo en lo geométrico y abstracto, heredado de la iconografía precolombina estudiada en las culturas simultáneas Diaguita en Chile y Chancay en Perú. Esta construcción simbólica potente se podía corroborar en una gráfica lineal que representa los horizontes cordillerano y marítimo enlazados. Dicha figura repetida modularmente se encontraba en un dibujo enmarcado en acrílico y también al interior de la segunda sala, de manera menos perceptible, estaba pintada en sus paredes con un segundo blanco. Dos piezas de hule adosadas al muro con imanes prolongaban esta idea de horizonte continuo, ondeante, ambas pintadas con franjas paralelas de los colores de las luces; rojo y azul incandescente.

Siguiendo la composición pulcra de las salas es importante señalar que la disposición vertical de los tubos rompía con la clásica idea del horizonte apaisado que tenemos y proponía sensaciones visuales muy atractivas y empíricas. A pesar de que cada tubo por separado era una línea vertical, al estar montados en continuidad conformaban bloques de color luz. De esta manera ya desde el exterior percibíamos la obra, observando como un cuadrado rosáceo adosado a la ventana se expandía sobre plantas, edificios, banquillos, veredas y todo elemento adyacente. La pieza central encendida indicaba el lugar de los hechos, funcionando como una invitación a la curiosidad de los transeúntes. Esto hace posible indicar que la obra planteada por Ballardo hace partícipes las percepciones y vivencias directas del espectador ante la misma, según comentarios del público: “…al mantenerse observando los tonos de luces hacía posible que al mirar hacia otro lugar vieras tu objetivo con un filtro verdoso, propio del complemento faltante en los colores luz”.

Entrando a la galería la predominancia del azul de la primera instalación inducía a un ambiente seco, más bien frío, que hacía concentrarnos en la pieza de hule transparente que brillaba con los reflejos en el fondo del lugar. Esta última que a primera vista parecía caída, cuestionaba al visitante y podía ser comprendida en relación al dibujo enmarcado al que se hizo mención anteriormente. El doblez siempre presente en la obra del artista nos indicaba el recorrido a seguir, hacia la derecha del espacio. Por el pasillo destellos de luz rosa se diferenciaban de lo anterior e inducían a adentrarse a la siguiente habitación que resultaba atrayente y sutilmente dulce. Entrando a la mano izquierda por el umbral carmesí podías reencontrarte con la instalación de la ventana que, esta vez, por dentro irradiaba sobre toda la sala y sus objetos una suma de luz violácea, induciendo automáticamente a una visualidad de espectáculo muy simple, pero que denotaba la preocupación del artista en su presentación, con intervalos de espacios combinados simétricamente por proyecciones lumínicas y horizontes de color.

Fuente: http://www.arteallimite.com/enfoque-aal/horizontes-verticales-intenciones-de-luz